
Otra de las grandes tendencias derivadas del 2.0 sin duda es el «sharing» con multitud de variantes, declinaciones y aplicaciones en mercados, desde el sharing places al sharing knowledge, sharing intereses, inquietudes, sentimientos, aficiones, gustos, viajes, experiencias… con todo, el co-sharing se convierte en valor al alza, las transacciones sociales y los intercambios cada vez se frecuentan más y se convierten en moneda de cambio y de negocio paralelos a otros clásicos como el intercambio de productos, bienes o servicios por valor económico.
«In crescendo» y apuntalada tanto en el deseo inherente al ser humano por «compartir» despertado y acelarado con la proliferación de la redes sociales como en el nacimiento de un nuevo modelo de negocio basado en ese «compartir» y que deriva en multitud de señales sociales, desde la start up generation apuntalada muchas veces en el network social a la más profunda inteligencia colectiva aplicada a las empresas para soluciones y estrategias (crowdsourcing) el co-sharing se ha convertido en valor en alza y moneda de cambio.
Y evidentemente, y como siempre, detrás de una tendencias social siempre hay una oportunidad de mercado, una posibilidad de capitalizarla por una marca o un nuevo negocio para conectar con el contexto y con los valores e inquietudes y necesidades de su consumidor es así como surgen ideas como las fórmulas basadas en oferta-demanda one to one que están modificando profundamente y de raíz el sector de la educación, donde empresas como Skillshare y Udemy están construyendo nuevas plataformas para que cualquiera pueda enseñar o descubrir clases únicas, o la de pay for crowd content de Instagrid Network, o empresas como Neighborgoods que conecta la comunidad a través del Co-sharing como tendencia con la posibilidad de rentabilizar personalmente esas señales y contenidos que compartimos o Trippy que a través de un único sector , en este caso el»viaje», conecta usuarios, experiencias, places e intereses vía co-sharing y geo-tag (versión iphone aquí)



Moda, alimentación, viajes, restauración, hogar, música, cine… infinidad de sectores, disciplinas e inquietudes están conformando plataformas de agregadores de contenido donde poner en practica al más profundo estilo el co-sharing.
Y en esta misma línea que vincula el co-sharing, los agregadores de contenido y el crowdcuration y su rentabilidad entra a participar el actor social commerce, y es aquí donde surge algunas dudas como la que plantea Julian Green, fundador de Jetpac, acerca de pinterest y su rentabilidad más inmediata. Y su respuesta no es del todo positiva porque establece una lógica diferencia entre social curation y social commerce. Según sus palabras, y con esta premisa anterior, para que Pinterest pueda tener éxito en el fomento de la compra, necesitaría conectar la colección de imágenes con la de catálogo de productos. Y bajo su experiencia los sitios que tienen éxito tanto en el social commerce, como en el social curation, se centran en áreas específicas. «Cuando te enfocas en una sola área como los zapatos, camisetas, ropa o productos de artesanía, puede combinar el catálogo de productos y la actividad social de curación hasta el punto donde los clientes pueden ayudar a elegir los productos».
Pero tanto si se centra en practicas más tácticas, en negocios con enfoque intercomunidad, en el one to one o con enfoque de conexión entre marcas y individuos, o si su objetivo es el ecommerce, cada uno tiene sus particularidades, pero la tendencia es clara porque la realidad social actual es que: «Compartir» es una necesidad…y rentable:) y en los próximos años, será difícil imaginar la vida sin la colaboración a través de la cultura de la participación.
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